¿Expresar solo emociones positivas?

Se lee a menudo, sobre todo en las redes sociales, que

hay que alejarse todo lo que uno pueda de las emociones negativas, tanto de las
que produce uno mismo (lo llaman emociones y actitudes “tóxicas”) como de las personas del entorno cercano que las
expresan (a estas personas se las llama directamente “tóxicas”).

Esto anterior tiene muchas repercusiones a nivel psicológico
que no voy a comentar en este artículo. Por ejemplo, el tachar al otro de “tóxico”
produce el efecto inmediato de que “yo no lo soy”.

En este escrito, por tanto, si haré mención de que la
expresión de las emociones consideradas “negativas” es importantísimo para una
buena salud psicológica y física. En
primer lugar, el considerar la ira, la tristeza, etc. como emociones negativas
es un profundo e inmenso error. Para empezar, estas emociones, no nos hubieran
acompañado en el largo proceso evolutivo del ser humano si no hubieran
demostrado la valía de su función. Son emociones importantísimas que debemos
expresar poniéndoles palabras.

Numerosos estudios ponen en evidencia que lo que se
denomina “afecto negativo bajo” junto con el “afecto positivo alto” en una
determinada persona, correlacionan fuertemente con algunos tipos de cáncer como
el de mama y los melanomas.

El afecto negativo bajo es la no expresión de las
emociones negativas, mientras el afecto positivo alto es la expresión de las
positivas. Es decir, una persona que no expresa las emociones negativas (las
reprime) y siempre expresa solamente las positivas, quizá para salvaguardar su
imagen de “no tóxica”, estaría produciendo daño a su cuerpo.

Decía Francoise Doltó, psicoanalista francesa, que “lo
que la boca no habla, el cuerpo lo acaba gritando”.





Manuel Noriega Borrachero, Psicólogo y Psicoanalista.

www.manuelnoriegapsicologo.com

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